Depende del uso que le des. Hay personas que solamente las necesitan durante episodios o temporadas puntuales. Se trataría de, por ejemplo, momentos de alto estrés (el año antes de la boda, un proyecto muy exigente en el trabajo, el primer año de vida de tu bebé, temporada de exámenes, etc.), lo que supone que el uso de la férula esté condicionada a esta época concreta. De esta forma, puede llegar a durar muchos más años.
Sin embargo, las personas con un problema de alineación dental no resuelto o sometidas a un estrés crónico suelen realizar un uso diario de la férula, además de que resulta necesario sustituirla cada uno o dos años. Es importante actualizarla porque con la constante presión de las mordidas nocturnas, el material se va desgastando y deformando y la férula pierde efectividad con el paso del tiempo.